Complejo Hidroeléctrico Necaxa. Territorio, Identidad Y Patrimonio

Autores

  • Catalina García Espinosa de los Monteros Escuela Normal Superior de México

DOI:

https://doi.org/10.5902/2236499419338

Resumo

El territorio es soporte material de la cultura. Veamos el caso de la Hidroeléctrica Necaxa, construida en 1906, en operación desde ese año, fue la más grande de AL, posibilitó la industrialización del país. Situada en un territorio biodiverso y rico en recursos hídricos, si al principio significó una catástrofe para las comunidades nahuas, después, se produjo un proceso de patrimonialización e identificación.

El paisaje es cultural, dice Bonfil, ha sido intervenido y la naturaleza “humanizada”, el agua, devela una grafía del terreno escrita por el hombre; recíprocamente, aquel lo determina. Según Florescano, no existe patrimonio en sí, resulta de procesos sociales, el llamado “medio ambiente”, es una red de relaciones entre agentes sociales, este objeto industrial, el territorio, los modos de concebir el mundo, los conflictos y contradicciones. Todo esto se expresó dramáticamente en 2009; cuando el gobierno mexicano liquidó la empresa estatal Luz y Fuerza del Centro, desposeyó a los trabajadores no sólo de su lugar de trabajo, sino de aquello que constituye el sentido de su vida.

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Biografia do Autor

Catalina García Espinosa de los Monteros, Escuela Normal Superior de México

Doctora en Filosofía de la Ciencia por la UNAM, Profesora de tiempo completo en la Escuela Normal Superior de México, Responsable de su  División de Posgrado. Miembro del Seminario Sociedad del Conocimiento y Diversidad Cultural, Coordinación de Humanidades, Universidad Nacional Autónoma de México.

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Publicado

2015-09-01

Como Citar

Monteros, C. G. E. de los. (2015). Complejo Hidroeléctrico Necaxa. Territorio, Identidad Y Patrimonio. Geografia Ensino & Pesquisa, 19, 37–47. https://doi.org/10.5902/2236499419338