DE LA PENA A LAS CONSECUENCIAS JURÍDICAS DEL DELITO
DOI:
https://doi.org/10.5902/2316305410466Abstract
El Estado occidental se ha concebido como la formalización política-jurídica del acuerdo social. Surge fundamentalmente para proteger a los asociados de la violencia ejercida por otros individuos o grupos más fuertes y para brindarles seguridad y bienestar, por ello, la disminución de la violencia, individual o colectiva, constituye uno de sus propósitos esenciales. Por ser un ente creado para proteger, sus acciones están supeditadas al principio de mínima lesividad, incluso en la reacción contra quienes ha violentado los acuerdos fundamentales del pacto. Sin embargo, diversos acontecimientos en la historia de las naciones evidencian que se ha antepuesto la seguridad a ultranza, a costa de los derechos de las personas, violentando las libertades y paradójicamente mermando las seguridades de los individuos.