Caminar con las ciudades: extrañar, conversar y convivir

Resumen

En este estudio se presentan inquietudes que surgieron, en un principio, a partir de la propuesta del caminar como posibilidad de aprender a conversar y convivir con extraños. A medida que las deambulaciones se intensificaban, se fueron suscitando otras cuestiones entorno a la tríada “extrañar, conversar y convivir” como modos de investigar e intervenir considerándose el caminar como práctica estética y de producción de espacios (Careri, 2013, 2017), un incendiador de caminos (Couto, 2009) y dispositivo de procesos (trans)formativos operados con artistas, investigadores y educadores del Laboratorio Artes y Micropolíticas Urbanas (LAMUR|CNPq, 2013-2023). Pensar en esos procesos, que ocurren en la convivencia, también implica cuestionar: ¿qué se inventa al caminar con calles, plazas, playas, estaciones de metro, campi universitarios? En las diversas andanzas se encontraron algunas pistas indicadoras de la imposibilidad de disociar arte y convivencia a partir de afecciones y procesos de singularización que resultaron de las experimentaciones Bó Caminar; Caminar con Vacíos Urbanos; Caminar y Escuchar; y Atelier de Creación: itinerarios con las Univer|Ciudades. De esta forma, los procesos (trans)formativos explicitados en esta escritura, aunque singulares, convergen hacia la creación de redes de convivencia y conversaciones a partir de invitaciones para la realización de caminatas colectivas con la universidad, la ciudad y sus vacíos. Entre las propuestas con las deambulaciones, el deseo de inventar descaminos, sospechar de lo que vemos y escuchamos. Se crearon mapas sensibles y fugaces con intensidades compartidas y dibujadas por cartografías múltiples, permeables e inacabadas. En las errancias, por lo tanto, la caminata con el espacio posibilitó el volverse vulnerable a las interferencias del espacio, sujeto y agenciador de afectos y micropolíticas.