La sistematización de experiencias: su potencial para la formación de profesionales de la educación[1]

 

The systematization of experiences: its potential for the training of education professionals

 

A sistematização de experiências: seu potencial para a formação de profissionais da educação

 

Orlando Fernández Aquinohttps://lh7-us.googleusercontent.com/h9Ojv87ptVEgwx8PXehJNWB6RbeDlpXgP9wEPNuQgEiN1MWZqOYypeCQ59qJzbAdKq2NWcCoCxu9ig7Uxj9DQGeZQd62p5GHyOeol1sBa83pp3fhKd6TWJ4p1GJxaptf9Bd5r7OgGMw4FOSfvYdyTA

Universidade de Uberaba, Uberaba – MG, Brasil.

ofaquino@gmail.com

Ronal Garnelo Escobarhttps://lh7-us.googleusercontent.com/h9Ojv87ptVEgwx8PXehJNWB6RbeDlpXgP9wEPNuQgEiN1MWZqOYypeCQ59qJzbAdKq2NWcCoCxu9ig7Uxj9DQGeZQd62p5GHyOeol1sBa83pp3fhKd6TWJ4p1GJxaptf9Bd5r7OgGMw4FOSfvYdyTA

Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima, Peru.

rgarneloe@unmsm.edu.pe

Violeta Lucy Gonzales Agama https://lh7-us.googleusercontent.com/h9Ojv87ptVEgwx8PXehJNWB6RbeDlpXgP9wEPNuQgEiN1MWZqOYypeCQ59qJzbAdKq2NWcCoCxu9ig7Uxj9DQGeZQd62p5GHyOeol1sBa83pp3fhKd6TWJ4p1GJxaptf9Bd5r7OgGMw4FOSfvYdyTA

Universidad San Ignacio de Loyola, La Molina, Peru.

violeta.gonzalesa@usil.pe

 

Recebido em 23 de setembro de 2024

Aprovado em 20 de agosto de 2025

Publicado em 03 de setembro de 2025

 

RESUMEN

El tema estudiado son las categorías principales de la sistematización de experiencias para su uso como metodología de formación e investigación de profesionales de la educación. El objetivo es elaborar una síntesis crítica de las categorías principales de la sistematización de experiencias. La metodología parte de la epistemología dialéctico-materialista y del enfoque cualitativo de la investigación. El método es la revisión de literatura. Las fuentes de recuperación de la información fueron la página web de la RedAlforja y las referencias de los trabajos anteriores. Los criterios de inclusión/exclusión fueron dos: a) la calidad teórico-metodológica de los estudios; b) su contribución o no para responder a la pregunta y el objetivo de la investigación. Los resultados son una síntesis crítica de las siguientes categorías de la sistematización de experiencias: 1) teorías base; 2) conceptualización de la sistematización; 3) características de la sistematización; 4) rutas metodológicas; 5) la ética en la sistematización; 6) limitaciones de la sistematización. Los autores actualizan los conceptos de cada categoría y ofrecen una lista de referencias para ampliación y consulta sobre el tema. Las conclusiones sintetizan la respuesta a la pregunta y al objetivo de la investigación, destacan las síntesis construidas sobre cada una de las categorías estudiadas, así como la relevancia de la sistematización de experiencias para la formación de profesionales de la educación.

Palabras-claves: Sistematización de experiencias. Formación. Profesionales de la educación

 

ABSTRACT:

The topic studied is the main categories of the systematization of experiences for use as a methodology for training and research of education professionals. The objective is to develop a critical synthesis of the main categories of the systematization of experiences. The methodology is based on dialectical-materialist epistemology and the qualitative approach to research. The method is a literature review. The sources of information retrieval were the RedAlforja website and the references of previous works. The inclusion/exclusion criteria were two: a) the theoretical-methodological quality of the studies; b) their contribution or not to answer the question and the objective of the research. The results are a critical synthesis of the following categories of the systematization of experiences: 1) base theories; 2) conceptualization of systematization; 3) characteristics of systematization; 4) methodological routes; 5) ethics in systematization; 6) limitations of systematization. The authors update the concepts of each category and offer a list of references for further information and consultation on the topic. The conclusions summarize the answer to the question and the objective of the research, highlight the syntheses built on each of the categories studied, as well as the relevance of the systematization of experiences for the training of education professionals.

Keywords: Systematization of experiences. Training. Educationprofessionals

 

RESUMO

O tema estudado são as principais categorias da sistematização de experiências para seu uso como metodologia de formação e pesquisa de profissionais da educação. O objetivo é desenvolver uma síntese crítica das principais categorias da sistematização de experiências. A metodologia baseia-se na epistemologia dialético-materialista e na abordagem qualitativa da pesquisa. O método é a revisão de literatura. As fontes de recuperação das informações foram o site da RedAlforja, assim como as referências de trabalhos anteriores. Os critérios de inclusão/exclusão foram dois: a) a qualidade teórico-metodológica dos estudos; b) sua contribuição ou não para responder à questão e ao objetivo da pesquisa. Os resultados são uma síntese crítica das seguintes categorias da sistematização de experiências: 1) teorias de base; 2) conceituação de sistematização; 3) características de sistematização; 4) percursos metodológicos; 5) ética na sistematização; 6) limitações da sistematização. Os autores atualizam os conceitos de cada categoria e oferecem uma lista de referências para ampliação e consulta sobre o tema. As conclusões sintetizam a resposta à questão e o objetivo da pesquisa, destacando as sínteses construídas sobre cada uma das categorias estudadas, bem como a relevância da sistematização de experiências para a formação de profissionais da educação.

Palavras-chave:Sistematização de experiências. Formação. Profissionais da educação.

 

Introducción

Oscar Jara Holliday (2018) ubica el nacimiento de la sistematización de experiencias en el contexto latinoamericano, entre finales de la década de 1950 y los inicios de la de 1960, al calor de los acontecimientos políticos y sociales de la época. 

Es interesante identificar cómo este período histórico de 15 años de intensos cambios y tensiones en Latinoamérica (entre 1959 y 1975: la Revolución Cubana, programas de “Alianza para el Progreso” y el consiguiente impulso de una visión desarrollista; surgimiento de movimientos revolucionarios, así como del Gobierno de la UP en Chile, y otros gobiernos progresistas, populistas y nacionalistas y, en contraposición, el proceso contrainsurgente que impulsó la posterior instauración de dictaduras militares (basadas en la doctrina de seguridad nacional), representó un momento convulso, pero enormemente fértil para el surgimiento del pensamiento crítico, el cuestionamiento a los patrones conceptuales y metodológicos predominantemente estadounidenses y la búsqueda de un pensamiento propio desde Latinoamérica. (Jara Holliday, 2018, p. 33).

El autor explica que ese movimiento de reacción al autoritarismo y al positivismo metodológico se expresa de manera clara en el campo del Trabajo Social. Entre 1961 y 1965, este movimiento estuvo vinculado a la “creación de la Asociación Latinoamericana de Escuelas de Servicio Social (alaeSS), bajo la influencia organizativa y conceptual del servicio social norteamericano, la OEA y los organismos panamericanos vinculados a esta disciplina”. (Jara Holliday, 2018, p. 33). A partir de 1976 se inicia el proceso de reconceptualización del Servicio Social, el que estuvo asociado al Centro Latinoamericano de Trabajo Social (celatS). La reconceptualización del campo del Servicio Social llevó, en 1977, a cambiar el nombre de ese centro por el de Asociación Latinoamericana de Escuelas de Trabajo Social (alaetS), asociación que estuvo comprometida con las nuevas realidades del continente, tanto en lo político, como en lo epistemológico y lo metodológico. Dentro de ese nuevo pensamiento se abrió paso el de la sistematización de las prácticas como hecho relevante.

Algunos autores ponen énfasis en que la sistematización de experiencias tiene sus raíces en la educación popular. Allí, los actores se convierten en el centro de la acción formativa, renunciando a cierta institucionalidad establecida y paralizada por la comprensión del ejercicio educativo en una sola vía. En la educación popular el saber proviene y vuelve a las comunidades en un claro ejercicio de reconocimiento del otro (Brandão, 1989; Sime, 1991; Torres-Carrillo, 2012; 2013).

Lo cierto es que durante las décadas de 1980 y 1990, la sistematización de experiencias comenzó a recorrer diferentes caminos, de forma paralela a la iniciada por el Servicio Social. Son los caminos de los estudios sobre las prácticas pedagógicas en la educación de adultos y, de igual forma, en el ámbito de la educación popular, donde son notables las reflexiones teóricas de los profesionales envueltos en las sistematizaciones. (Jara Holliday, 2018). Importantes intelectuales, educadores y profesionales de campos diversos, no sólo en Latinoamérica, sino también en diversas partes del mundo, han dado continuidad a las reflexiones sobre la sistematización de experiencias.

Puede afirmarse que la experiencia vivida en estos más de 50 años en América Latina ha ido mostrando que toda suerte de prácticas que se realizan mediante procesos de intervención, están acompañadas de un saber y que es necesario reconocerlo para poder dar cuenta de él. En ese sentido, ese saber no es la ciencia, pero sí está diseminado bajo diversas orientaciones que les dan sentido a esas prácticas. Es allí donde va a radicar la posibilidad de que ese saber presente en las prácticas, se haga evidente bajo forma de experiencia que a través de la reflexión y del seguimiento persistente sobre la práctica vaya generando un producto distinto a la práctica misma y a lo que se había planeado (experiencia). (Mejía, 2012).

La sistematización de experiencias conserva la mayoría de sus ventajas originales, acrecidas por numerosos estudios realizados por renombrados intelectuales latinoamericanos, que le han dado sustentación en el tiempo. La propuesta de la sistematización de experiencias continúa siendo una valiosa metodología de investigación, una forma interesante de formación de nuevos sujetos sociales, activos, críticos y comprometidos con la transformación de la realidad en que viven, estudian y trabajan. La sistematización de experiencias es relevante, también, como forma original, latinoamericana, de producir conocimientos nuevos, conservando su foco en el estudio de las prácticas.

Con tales antecedentes, el objetivo es el siguiente: Elaborar una síntesis crítica de las categorías de la sistematización de experiencias, para su empleo como metodología en la formación de profesionales de la educación.  

Metodología

La elaboración del presente artículo se ha sustentado en la epistemología dialéctico-materialista (Marx, 2007; Lenin, 2011; Konder, 2008) y en el enfoque cualitativo de la investigación educativa (Pesce y Abreu, 2013; Hernández Sampieri, et al., 2018). El método de investigación dominante ha sido la revisión bibliográfica o revisión de literatura (GuirãoGoris, 2015; Paim et al., 2023). La pregunta de investigación se elaboró de acuerdo con el criterio PCC (Population, Concept and Context), propuesto por el Joanna Briggs Institute como el modelo más apropiado para elaborar la pregunta de investigación en las revisiones de escopo (scopingreview).  (JBI, 2015; Araujo, 2020).

La pregunta de investigación es la siguiente: ¿Cuáles son las categorías principales de la sistematización de experiencias para su empleo como metodología en la formación de profesionales de la educación? De acuerdo con ella, el objetivo es el siguiente: Elaborar una síntesis crítica de las categorías de la sistematización de experiencias, para su empleo como metodología en la formación de profesionales de la educación. 

Las categorías de análisis fueron establecidas con antecedencia a la investigación, ellas son: 1) teorías base (epistemología); 2) conceptualización de la sistematización de experiencias; 3) características de la sistematización; 4) rutas metodológicas; 5) la ética en la sistematización; 6) limitaciones de la sistematización. Esas categorías fueron usadas como descriptores (palabras clave) para la selección de la información y la explotación de los estudios seleccionados. Los criterios de inclusión/exclusión fueron dos: a) la calidad teórico-metodológica de los estudios; b) su contribución para responder a la pregunta de investigación.

La página web en que fueron levantadas las fuentes más importantes es la de la Red-Alforja – Red Mesoamericana de Educación Popular (https://redalforja.org.gt/), en la cual se encontró el mayor número de estudios. Otros trabajos fueron encontrados a través de las referencias de los textos que se iban seleccionando. La búsqueda fue realizada entre los meses de enero y mayo de 2024. En un primer levantamiento, después de excluidas las repeticiones, se encontró un total de 65 estudios. Se realizó un primer cribaje para determinar los que pasarían a ser usados en la realización de la investigación; o sea, como fuentes de evidencias, de lo que resultó una selección de 17 estudios entre artículos, capítulos, libros y presentaciones en congresos. Un segundo cribaje fue realizado para seleccionar estudios que podían ser ofrecidos a los lectores como fuentes de ampliación sobre el tema. Ese resultado acumuló un total de 25 trabajos, que es la lista de consulta que se ofrece a los lectores en este artículo. Esas referencias pueden ahorrar un tiempo valioso a los futuros investigadores en la tarea de recuperación de la información.

Resultados y discusión

-           Las teorías de base: la cuestión epistemológica

Torres-Castillo (2018) hace referencia al estado del arte realizado por Diego Palma (1992), sobre la sistematización de experiencias, quien afirmó que “pese a la diversidad de propuestas metodológicas surgidas en la Región a lo largo de la década de 1980, existía en lo epistemológico, una unidad fundamental en torno a la dialéctica como método y estilo de pensamiento”. (Palma, 1992, apud Torres Castillo, 2018, p. 11). El autor disiente afirmando que, en su experiencia, “difería de dicha afirmación, en la medida en que identificaba dentro de algunas propuestas metodológicas de sistematización como la impulsada por Sergio Martinic en el CIDE de Chile y la que desarrollábamos en Colombia desde el Grupo Interuniversitario de Educación Popular y con Lola Cendales, una perspectiva metodológica más bien interpretativista”. (Torres Castillo, 2018, p. 11). Estos autores se declaran dentro del paradigma interpretativo debido a que se sienten deudores de la antropología cultural, de la semiótica y de la hermenéutica, si bien reconocen la pluralidad epistemológica y el carácter crítico y originario de la sistematización de experiencias (SE) en América Latina.

Por su parte, Ghiso (2014), hace énfasis en que la sistematización de experiencias se fundamenta en una epistemología de la práctica, que parte y reconoce la ‘inteligencia práctica’ humana. Para identificarse con esa inteligencia,

hay que aprender a desarrollar un pensamiento epistémico donde la curiosidad sobre nuestro actuar sea contextuada y crítica, y rompa con los estereotipos, con las rutinas mentales, con las lógicas tecno burocráticas que nos propone el modelo neoliberal, con los preconceptos, con la urgencia de mostrar de forma parametrizada lo evidente, asimilando los procesos a indicadores medibles, incapaces de leerlos y de objetivarlos (Ghiso, 2014, p. 42).

O sea que, para este autor, construir conocimientos desde la práctica y sobre ella, exige a los sujetos de la investigación situarse en otro paradigma; o sea, un paradigma que privilegie la reflexión, la contextualización, la crítica. Una forma de pensamiento que permita la emergencia del “cuerpo ético, político, teórico, metodológico y operativo de nuestra experiencia como educadores”. (Ghiso, 2014, p. 42). El autor se refiere a un modelo científico que potencialice la emergencia de los sujetos activos y su empoderamiento, que permita la búsqueda de respuestas a los problemas de la práctica socioeducativa y que apoye la construcción un conocimiento orientado a la reinvención de lo posible.

Otros estudiosos como Barbosa-Chacón et al. (2015), en la interesante revisión de literatura que realizan, identificaron seis enfoques epistemológicos que fundamentan la metodología de la sistematización de experiencias (SE). Ellas son: 1) la histórico-dialéctica, 2) la dialógico-interactiva, 3) la deconstructiva, 4) la reflexiva, 5) la constructora de experiencias, 6) la histórico-hermenéutica. Mas, en un movimiento de síntesis dialéctica, con base especialmente en Jara, (2009) y Alves y Contreras (2008), llegan a la conclusión de que la epistemología dominante en la sistematización de experiencias (SE) puede resumirse en un enfoque histórico-dialéctico-hermenéutico, con lo cual coincidimos plenamente. El cuadro que sigue muestra esa síntesis.

Cuadro 1. Enfoque histórico-dialéctico-hermenéutico del proceso de SE educativas.

Descripción e identificación contextual

La concepción de realidad educativa

Las prácticas educativas en la concepción de la SE son un producto y construcción humana. Los sujetos de esas prácticas las consideran una realidad social, histórica, dinámica, compleja, rica, contradictoria, e integrada por elementos en movimiento. Los procesos, papeles e interacciones, que hacen única a esa realidad, están interrelacionados y en transformación permanente.

El análisis de la realidad educativa: la hermenéutica

La realidad de las prácticas educativas que se estudian debe someterse a riguroso proceso de análisis a través de la interrogación de los diferentes hechos, actores, contextos y experiencias vividas. Esto implica lectura, reescritura y problematización dialógica ‘desde’ y ‘para’ quienes la viven. En este proceso deben descubrirse las intencionalidades, los sentidos, las sinergias y los vínculos entre lo particular y lo global.

Es necesario entender a los sujetos educativos (profesores, algunos, asesores) en el desarrollo de sus acciones y reflexiones que conducen a la generación del conocimiento, a partir de la densidad cultural de sus experiencias. Eso se materializa en los momentos de análisis individuales y colectivos.

La condición histórica y dialéctica

La concepción de historicidad de la interpretación de la realidad educativa descubre hilos invisibles que la relacionan con la integralidad del momento histórico del que forma parte y en el que pretende incidir (procesos formativos temporalmente enmarcados). Es comprender la historia académica como ‘posibilidad’, y no como ‘determinación. Las bases documentales del registro de la experiencia educativa son una evidencia de ello.

 

La concepción dialéctica implica reconocer, desde las miradas de los distintos sujetos educativos, la realidad de las prácticas como son, como se viven, como se piensan y como se sienten; a la vez que convoca a mirar hacia la realidad posible y deseable, desde el marco de la discusión y el acuerdo. Con ello, los participantes se abren a la posibilidad de subvertir y de atreverse a actuar diferente, al sentirse participantes y constructores de la historia académica. Los momentos de análisis grupales son una evidencia de esto.

Fuente: Tomado y en parte adaptado deBarbosa-Chacón et al. (2015).

 

Otra concepción de la sistematización de experiencias se inscribe dentro de las perspectivas interpretativas y críticas de ciencia social, asociadas a los métodos cualitativos y participativos de investigación social (Carr y Kemmis 1988; citado por Torres-Carrillo, 2021), las cuales reivindican la intención transformadora de la investigación, valoran la dimensión cultural e intersubjetiva de las prácticas e instituciones sociales e involucran a los propios actores en las decisiones y operaciones propias de la producción de conocimiento. O sea, que, desde esa perspectiva, la sistematización es una modalidad de producción de conocimiento de carácter participativo, sobre las prácticas de acción social o educativas transformadoras, que a partir de la reconstrucción narrativa y la interpretación crítica de las dimensiones, sentidos y racionalidades que las constituyen, busca potenciarlas y contribuir a la teorización del campo temático en el que se inscriben. (Torres-Carrillo, 2021).

En resumen, los autores de este artículo pensamos que la integración de los enfoques histórico, dialéctico y hermenéutico en una sola epistemología (histórica-dialéctica-hermenéutica) define mejor el marco epistemológico y teórico de la sistematización, ya que; en primer lugar, este marco se sustenta en tres pilares fundamentales: la concepción concreta de la realidad, el análisis exhaustivo de la misma y la condición histórica y dialéctica de la metodología; en segundo lugar, porque pasamos a tener un acuerdo epistemológico que supera la dispersión que en este aspecto ha sufrido la sistematización de experiencias; en tercer lugar, las dimensiones crítica, interpretativa, subjetiva y el foco en la práctica como criterio de vedad, entre otras, son todas dimensiones del método dialéctico-materialista.  Haciendo un movimiento de abstracción y generalización, pudiéramos estar de acuerdo em que el eje transversal que sustenta la epistemología de la sistematización de experiencias es una profunda dialéctica.

-           La conceptualización: ¿cómo conceptualizar la sistematización de experiencias?

La sistematización de experiencias es una metodología cualitativa de la investigación en educación que busca explorar los sujetos y los contextos “para lograr descripciones y explicar la realidad subjetiva de la acción (Restrepo y Tabares, 2000, referenciado en Barbosa-Chacón, et al., 2013, p. 87).

En la visión de Barnechea y Morgan (2010), la sistematización es una especie de reconstrucción y reflexión analítica sobre una experiencia, mediante la cual se interpreta lo sucedido para comprenderlo. Por tanto, ésta permite obtener conocimientos consistentes y sustentados, comunicarlos, confrontar la experiencia con otras y con el conocimiento teórico existente, y, así contribuir a una acumulación de conocimientos generados desde y para la práctica.

La sistematización de experiencias considera que la reconstrucción de la experiencia siempre transita alrededor de la representación que de los hechos hacen sus protagonistas, es decir, de sus prácticas; tal como Mejía (2012) lo recuerda:

una de las tareas fundamentales de la sistematización va a ser la posibilidad de visibilizar esas líneas de fuerza que están presentes en la práctica y su desarrollo […] por ello ¿quiénes sistematizan? es tan importante, ya que ellos como actores de práctica, van a producir ese primer ordenamiento de lo que quieren sistematizar (2012, p. 138).

Por su parte, Ghiso (2014), entiende la sistematización de experiencias como una estrategia de construcción del conocimiento sobre las prácticas realizadas. Ella se vale de diálogos, narraciones y textos escritos para recuperar “los componentes teóricos, técnicos, políticos, éticos y prácticos, para comprender y explicar las necesidades, sentidos, fundamentos, lógicas y aspectos problemáticos que presenta la implementación de una propuesta o proyecto educativo”. (Ghiso, 2014, p. 42). La sistematización recupera la comprensión sobre lo que se hace y potencia y genera un pensamiento estratégico ante las dinámicas del contexto, lo que permite reinventar la experiencia. Para eso se propone analizar “la identidad cultural y pedagógica presentes en las opciones ético-políticas, en los criterios teóricos y en las apuestas metodológicas que definen y fundamentan el quehacer”(Ghiso, 2014, p. 42).

A su vez, Barbosa-Chacón et al. (2013), se apoyan en Ghiso (2001) y en ellos mismos (2010) para conceptualizar la sistematización.

la sistematización ha sido entendida y abordada como un camino de recuperación, análisis y apropiación de las prácticas educativas del programa académico que, al relacionar sistémica e históricamente sus componentes teóricos y prácticos, permite comprender y explicar los contextos, el sentido, los fundamentos, las lógicas y los aspectos problemáticos que presentan tales prácticas (Ghiso, 2001). De esta manera, los agentes educativos han adoptado la concepción de sistematización como mirada de saberes propios sobre la práctica (Barbosa, Rodríguez y Barbosa, 2010, referenciado en Barbosa-Chacón et al., 2013, p. 87).

Jara-Holliday (2018), desde la RedAlforja, después de revisar los conceptos ofrecidos por diversos autores sobre la sistematización de experiencias, llega a la conclusión de que los componentes sustanciales de ella son: “su dimensión de proceso, su aporte individual y colectivo a la construcción teórica, su vinculación esencial con la práctica social; su sentido colectivo, crítico y transformador” (p. 60). Y, seguidamente identifica los elementos propios de la sistematización que la diferencian de otros esfuerzos de comprensión de la práctica como son la investigación y la evaluación.

Barbosa-Chacón et al. (2013, 2015) realizan un relevante estudio de revisión de literatura sobre la sistematización de experiencias, cuyos resultados mantienen plena vigencia.  Los autores sostienen que el concepto de sistematización de experiencias (SE) tiene una correspondencia particular con tres preguntas: a) el ¿qué?, que se define a partir de un concepto (término) asociado a la experiencia objeto de sistematización. Ese término tiene una representatividad como acto investigativo y está relacionado con los participantes; b) el ¿cómo?, que denota principios metodológicos, ya que evidencia la forma de abordar la experiencia que se sistematiza; c) el ¿para qué?, que explica los aportes de la sistematización, sus logros y trascendencia (Barbosa-Chacón et al., 2015).

Para elaborar un nuevo concepto de sistematización de experiencias (SE), los investigadores realizan previamente un minucioso análisis del concepto, teniendo como base la inmensa mayoría de los estudios realizados hasta la fecha. El Cuadro 2 reproduce aquí el análisis realizado por esos autores.

Cuadro 2: Estructura del concepto de sistematización de experiencias.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El qué

 

Asociado con la experiencia que se sistematiza

·    Es un proceso de: 1) reflexión analítica de la experiencia de acción o de intervención; 2) recuperación de la experiencia en la práctica; 3) tematización y apropiación de una práctica determinada; y 4) documentación, aprendizaje y acción.

·    Es un instrumento de reconstrucción de experiencias.

·    Es un ejercicio de “distanciamiento” sobre la práctica para comprender su sentido.

·    Es una actividad que permite construir y explicar los saberes producidos en una experiencia.

·    Es una escritura reflexiva, ordenada y documentada de saberes acumulados por la experiencia personal y colectiva.

 

 

 

Asociado con el acto investigativo

·    Es investigación social.

·    Es una metodología de investigación participativa.

·    Es una modalidad abierta y flexible de investigación “de” y “en” la práctica.

·    Es un modo de gestión de conocimiento sobre la práctica.

·    Es investigación sociocrítica orientada por intereses teóricos emancipadores, transformadores de realidades, procesos y prácticas.

·    Es un ejercicio intelectual que permite elaborar conocimientos desde lo cotidiano y explicar los factores de cambio.

 

Asociado con quienes sistematizan

·    Es una modalidad participativa en torno a prácticas sociales y educativas.

·    Es un proceso colectivo de aprendizaje e interpretación crítica. Es una forma de empoderar a los sujetos.

·    Es un proceso de reflexividad dialógica.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El cómo

 

 

La experiencia es sometida a procesos de:

·    Ordenamiento y reconstrucción.

·    Objetivación, reconocimiento, reconstrucción, interpretación crítica y comprensión.

·    Observación de lo que se ha producido y dinamizado en sus distintas dimensiones.

·    Confrontación con los supuestos teóricos que la inspiran.

Y se exploran en ella:

·    Vivencias, hitos, dinámicas, ritmos, avances, retrocesos, secuencias, tramas, coyunturas, conflictos, sentidos, factores intervinientes, lógicas internas, enseñanzas, riqueza oculta y relaciones entre éstos.

 

 

 

 

A través de principios metodológicos como:

·    La generación de narrativas y el uso de técnicas de investigación cualitativa.

·    La formulación de interrogantes y categorías.

·    La clasificación y ordenamiento de elementos empíricos.

·    El análisis, la síntesis y valoración de acciones.

·    El reconocimiento de saberes y significados.

·    La deducción de la relación sistémica e histórica de los componentes teórico-prácticos.

·    Enfocarse en el desarrollo de la experiencia y no en resultados e impactos.

·    Contar con el aporte de cada participante, desde su experiencia individual.

·    Se parte de un modelo que establece acuerdos en donde la investigación asume modalidades particulares, según la propia identidad, trayectoria y necesidades contextuales.

·    Se debe contar con un proyecto de intervención con objetivos de cambio.

·    Se procede en la unidad entre “quien sabe” y “quien actúa”.

 

 

El para qué

 

 

Hay consenso sobre:

·    La SE produce conocimiento teórico; conocimiento práctico de carácter situacional y orientado a la acción, el cual se constituye en elemento para intervenir. Este conocimiento cobra tal importancia debido a su carácter multidimensional (sensibilidad, contextualidad, situacionalidad, paradigmaticidad, comunicabilidad y perspectividad).

Fuente: Tomado y en parte adaptado de Barbosa-Chacón et al. (2015, p. 136).

 

Con base en los conceptos presentados anteriormente y de forma especial en las contribuciones de Barbosa-Chacón et al. (2013, 2015), los autores de este estudio presentamos a continuación el concepto de sistematización de experiencias (SE) que hemos construido.

Entendemos que la sistematización de experiencias (SE), independientemente del paradigma epistemológico que la oriente, es un proceso que integra el aprendizaje y la investigación. Al mismo tiempo, constituye una de las mejores estrategias practicadas por los sujetos de la investigación educativa (profesores, estudiantes, formadores de formadores, tutores, padres), para la realización de diferentes programas y acciones de formación. Es también un método de producción de conocimientos sobre la práctica social y educativa y su transformación, lo cual exige etapas de trabajo individual y colectivo en las cuales se materializan los registros, la reconstrucción, el análisis, la interpretación y la comprensión de las experiencias socioeducativas. La comprensión de las experiencias en estudio supone encontrar los sentidos, la lógica y la subjetividad de los participantes, así como comprender los problemas de la práctica y sus relaciones con el contexto sociohistórico. Para eso, el análisis riguroso y los procedimientos de la teoría fundamentada, auxiliada con el uso de softwares pueden ser muy provechosos.  Con todo ello, la SE permite la construcción de conocimiento nuevo, favorece la toma de decisiones, la transformación de la realidad, el mejoramiento continuo de los procesos, así como el empoderamiento de los sujetos de la práctica.

Hay que destacar que existe un creciente grupo de investigadores quienes, profundizando rigurosamente sobre la sistematización de experiencias, han retado a la investigación tradicional y proponen algunos márgenes conceptuales y prácticos que legitiman el proceder de esta modalidad investigativa (Torres-Carrillo, 2021). Tales situaciones hacen de la sistematización de experiencias un prometedor campo de reflexión e investigación en el que se puede avanzar en sus configuraciones ontológicas, epistemológicas y metodológicas, para seguir aportando a la transformación de los fenómenos sociales, a partir de las condiciones particulares de unas experiencias situadas, de las cuales se puede aprender para aplicar el saber allí producido. De todo esto, si se realiza de manera consciente y responsable, la formación de profesionales de la educación y en especial de profesores, tanto la inicial como la continuada, puede alcanzar resultados meritorios, aunque como es claro, no es la única metodología posible.

-        Características de la sistematización de experiencias

En el Cuadro 3, a manera de resumen, presentamos las principales características de la sistematización de experiencias.

Cuadro 3: Principales características de la sistematización de experiencias

Referencias

Características de la sistematización de experiencias

JaraHalliday, s.d., p. 4

·     Produce conocimientos desde la experiencia, pero que apuntan a trascenderla.

·     Recupera lo sucedido, reconstruyéndolo históricamente, pero para interpretarlo y obtener aprendizajes.

·     Valoriza los saberes de las personas que son sujetos de las experiencias.

·     Identifica los principales cambios que se dieron a lo largo del proceso y por qué se dieron.

·     Produce conocimientos y aprendizajes significativos desde la particularidad de las experiencias, apropiándose de su sentido.

·     Construye una mirada crítica sobre lo vivido, permitiendo orientar las experiencias en el futuro con una perspectiva transformadora.

·     Se complementa con la evaluación, que normalmente se concentra en medir y valorar los resultados, aportando una interpretación crítica del proceso que posibilitó dichos resultados.

·     Se complementa con la investigación, la cual está abierta al conocimiento de muy diversas realidades y aspectos, aportando conocimiento vinculados a las propias experiencias particulares.

·     No se reduce a narrar acontecimientos, describir procesos, escribir una memoria, clasificar tipos de experiencias, ordenar los datos. Todo ello es sólo una base para realizar una interpretación crítica.

Jara Holliday, 2018, p. 61

·     La sistematización es aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica y el sentido del proceso vivido en ellas: los diversos factores que intervinieron, cómo se relacionaron entre sí y por qué lo hicieron de ese modo.

·     La sistematización de experiencias produce conocimientos y aprendizajes significativos que posibilitan apropiarse críticamente de las experiencias vividas (sus saberes y sentires), comprenderlas teóricamente y orientarlas hacia el futuro con una perspectiva transformadora.

Jara Holliday, 2018, p. 60-61

·     La sistematización busca penetrar en el interior de la dinámica de las experiencias; es un esfuerzo por meterse por dentro de esos procesos sociales vivos y complejos.

·     Un intento por circular por entre sus avenidas, rincones y callejuelas; recorriendo nuevamente sus diferentes etapas, palpando y ubicando sus diferentes elementos y relaciones.

·     Localizando sus tensiones y contradicciones; identificando las opciones y decisiones tomadas; entendiendo el sentido de esos procesos desde su propia lógica; extrayendo así aprendizajes que sean útiles para enriquecer la teoría y mejorar la práctica.

Torres-Carrillo, 2021

·    Es una producción intencionada de conocimientos.

·    Es una producción colectiva de conocimientos.

·    Reconoce la complejidad de las prácticas educativas.

·    Reconstruye la práctica desde la experiencia de los sujetos.

·    Interpreta críticamente la lógica y los sentidos que constituyen la experiencia.

·    Potencia la capacidad transformadora de la práctica.

·    Aporta a la teorización de las prácticas sociales.

Fuente: Elaboración de los autores a partir de las fuentes referenciadas.

 

- Aspectos metodológicos de la sistematización de experiencias

A continuación, presentamos varias rutas metodológicas, en forma de cuadros, las cuales pueden ser aplicadas en las sistematizaciones de experiencias. Los autores comprendemos la limitación de esta forma resumida de presentar las rutas, pero el propósito de exponer varios caminos metodológicos nos obligada a la síntesis; no obstante, los lectores pueden remitirse a las fuentes usadas en este artículo y a otras disponibles en la lista de referencias para ampliación y consulta de este estudio.

 

Cuadro 4: Tiempos metodológicos de la sistematización de experiencias de Jara Holliday

Cinco tiempos de la propuesta metodológica.

Jara Holliday, Oscar. (s.d.), p.7-12.

1.Vivir la experiencia: Haber participado en la experiencia. Tener registros que documentan la experiencia.

2.Las preguntas iniciales (Formular un plan de sistematización)

2.1 Definir el objetivo de la sistematización: “¿Para qué queremos hacer   esta sistematización?”. Tener clara la utilidad de la sistematización.

2.2 Delimitar el objeto a sistematizar: “¿Qué experiencia vamos a sistematizar?”. Delimitar tiempo y espacio de la experiencia

2.3 Precisar un eje de sistematización. ¿Qué aspectos de la experiencia nos interesan más?

2.4. Identificar las fuentes de información: Ubica dónde se encuentra la información que se tiene y cuál sería la que se necesitaría conseguir.

2.6. Detallar el procedimiento a seguir y cronograma: Hacer un plan de    sistematización: tareas, responsables, participantes, recursos.

2.7. Recursos necesarios y presupuesto: Indica los recursos materiales y financieros necesarios para todo el proceso.

3.Recuperar el proceso vivido

3.1 Reconstrucción histórica: Se reconstruye de forma ordenada lo que sucedió.

3.2  Ordenamiento y clasificación de la información: Identifica etapas, cambios,momentos significativos de todo el proceso. Clasifica la información disponible.

4.Las reflexiones de fondo: Realizar análisis y síntesis. Interpretación crítica.

5.Puntos de llegada

5.1 Formular conclusiones

5.2 Recomendaciones.

5.2 Elaborar productos de comunicación.

Estructura del informe de síntesis del proceso de sistematización.

Jara-Holliday, 2018, p.161

1.Introducción

2. Justificación de las motivaciones e intereses que llevaron a realizar la sistematización de la experiencia.

3.Los objetivos, objeto y eje pensados para esta sistematización.

4. Una síntesis de los elementos centrales de la reconstrucción histórica (breve presentación de los hitos principales, etapas, momentos significativos).

5. Una presentación de las principales reflexiones interpretativas.

6.Conclusiones.

7.Recomendaciones.

 8. Un anexo metodológico que explique brevemente cómo fue realizada la sistematización, tiempo y técnicas utilizadas, dificultades experimentadas, etc.

9. Un anexo con la lista de personas participantes y con el listado de documentación producida o utilizada.

10.Carpeta electrónica (en forma de cd, dvd o llave usb) en la que se compilen todos los documentos producidos en el proceso de la sistematización: planes, comunicaciones, guías de trabajo, documentos de recuperación histórica, gráficos, fotografías, documentos de interpretación crítica, presentaciones de diapositivas, etc.).

Fuente: Adaptado de Jara Holliday (s.d.; 2018).

 

Hemos expuesto la ruta metodológica de la sistematización según Jara Holliday (s.d.; 2018), en un cuadro aparte porque es una de las variantes metodológicas más extendidas en la literatura y sus fuentes son accesibles en la Internet con mucha facilidad. A continuación, presentamos en el Cuadro 5 otras rutas metodológicas, igualmente válidas para realizar la sistematización de experiencias. 

 

Cuadro 5: Otras rutas de la sistematización de experiencias.

Autor y año

Pasos, fases, etapas, rutas y niveles metodológicos

 

Barragán-Giraldo (2023, p. 173).

Momentos de la ruta:

1.Alistar y proyectar la sistematización: Conformar el equipo sistematizador. Establecer los tiempos para la sistematización. Trazar el proyecto de sistematización. Evaluar las precompresiones sobre práctica y experiencia.

2.Identificar la experiencia: Establecer los aspectos relevantes y diferenciadores: acontecimientos epocales. Mostrar la relevancia y particularidad de la experiencia: hitos temporales. Identificar actores que den cuenta de la experiencia: personas experimentadas. Identificar prácticas relevantes que conforman la experiencia.

3. Reconstruir la experiencia: Ordenar cronológicamente: eventualización. Recuperar información. Establecer grupos de trabajo con los sujetos. Revisar la teoría para resignificar la experiencia. Analizar sistemáticamente la experiencia. Ordenar los aprendizajes. Validar y empoderar con los sujetos de la experiencia.

4. Visibilizar la experiencia:Socializar para que otros aprendan. Mostrar los aprendizajes. Trazar desafíos desde el empoderamiento.

5. Producir saber desde la sistematización:Contrastar con la epistemología y la teoría educativa. Generarcategoríaspropias.

6. Publicar.

Cifuentes-Gil y Pantoja-Kauffmann (2019).

 

Orientaciones de la ruta:

1. Delimitar la experiencia, contextualizarla, hacer inventario de sus huellas, como base para definir la intención y el plan de trabajo (diseño metodológico) de la sistematización.

2. Contextualizar la experiencia: identificar, caracterizar y nominar los períodos claves para la comprensión de la experiencia; develar la trayectoria histórica.

3. Hitos de la experiencia en los que no sólo se involucran los asuntos institucionales, sino también los profesionales y personales.

4. Describir, analizar, narrar la experiencia.

5. Interpretar críticamente según categorías de análisis.

6. Explicitar aprendizajes y horizontes de transformación; ello se refiere principalmente al cambio social en relación con el eje de interés de la experiencia.

Barragán-Giraldo, Ibarra-Mogollón y Pérez-Pérez (2020, p.257-263).

Ruta metodológica:

1. Ubicar una experiencia significativa compartida por el grupo de trabajo.

2. Identificar puntos de encuentro, regularidades de su quehacer y establecer los puntos por intervenir para transformar sus prácticas y reconfigurar sus experiencias.

3. Elaboración de preguntas provisionales de investigación.

4. Formulación de los objetivos.

5. Elaboración del estado de la cuestión, mediante rastreos académicos en diversas bases de datos, buscando investigaciones sobre sistematización de experiencias.

6. Visitar los contextos: aprender de las experiencias.

7. Generar teoría: más allá de la sistematización.

8. Elaboración del informe final de investigación.

9. Socializar los resultados de la sistematización a la comunidad educativa donde se desarrollaron los procesos investigativos.

Torres-Carrillo (2021, p.41-45).

Una ruta metodológica:

1. La decisión de realizar la sistematización: ¿Por qué y para qué se va a realizar la sistematización? ¿En qué medida va a contribuir a fortalecer el colectivo, organización o proyecto que lo asume?

2. Definición de las preguntas y los temas eje de la sistematización: ¿Cuáles son las preguntas que se está planteando en este momento histórico? ¿Cuáles son los ejes en torno a los cuales se focalizará la reconstrucción del pasado? ¿Cuáles son los desafíos que el colectivo lee desde su presente y sus opciones de futuro?

3. La reconstrucción narrativa de la práctica: Relatos de los sujetos involucrados (testimonios, historias de vida, entrevistas, etc.), cotejarlos entre sí y con otras fuentes (actas, informes, publicaciones, etc.).

4. Reconstrucción analítica de la práctica: Se construyen y procesan los datos a través de un proceso de ordenación, clasificación, categorización y relacionamiento de la información.

5. Interpretación crítica de los hallazgos: Se construyen nuevas lecturas explicativas sobre la información analizada, a partir de referentes conceptuales y que permiten explicar el porqué de los resultados obtenidos.

6. Síntesis y elaboración de balances interpretativos finales.

7. Presentación y socialización de resultados de la sistematización.

Mejía Jiménez (2018, p. 32-35).

Niveles en la sistematización:

Primer Nivel:

1. Práctica: ¿Para qué sistematizar?, ¿Quiénes sistematizan?, ¿Qué sistematizar?

2. Preguntas que se hacen a la práctica: Aprender a formular preguntas, organización de preguntas sobre el qué sistematizar.

3. Organización de la primera descripción: Seleccionar herramientas en coherencia con el lenguaje y la narrativa del grupo.

Segundo Nivel:

1. Práctica reflexionada: Elaboración de nuevas preguntas a la práctica que ubiquen lo que falta para dar cuenta de ella. Segundo relato colectivo.

2. Mirada crítica al segundo relato: Cuestionamientos a la propia producción y mirada, fijando ejes de reelaboración.

3. Producción de la experiencia como saber: Reorganización del segundo relato reelaborado a partir de la emergencia de las líneas de fuerza (categorías).

Tercer relato en clave de producción de saber.

4. Producción de conocimiento y teoría.

5. Producción de meta teoría.

Fuente: Elaboración de los autores con base en las fuentes referenciadas

En el Cuadro 6, exponemos la propuesta de los autores de una ruta completa para la realización de la sistematización de experiencias, considerando un ANTES, un DURANTE y un DESPUÉS de realizada.

Cuadro 6: Propuesta de ruta para la sistematización de experiencias

Autor y año

Momentos de la sistematización de experiencias:

 

Autores consultados:

Jara Holliday, s.d.; 2018; Barragán-Giraldo (2023); Cifuentes-Gil y Pantoja-Kauffmann (2019); Barragán-Giraldo, Ibarra-Mogollón y Pérez-Pérez (2020); Torres-Carrillo (2021, p.41-45); Mejía Jiménez (2018, p. 32-35).

1. ANTES

1.1.Haber participado en una experiencia en contextos educacionales y/o sociales.

1.2.Contar con la disposición de un colectivo de trabajo.

1.3. Iniciar la socialización del saber con un equipo base que se comprometa con la organización desde el inicio hasta el final del proceso.

1.4. Reconocer y valorar colectivamente las experiencias vividas.

1.5. Identificar las líneas de fuerza de las experiencias a sistematizar, identificando la más relevante.

1.6. Evaluar las condiciones para desarrollar la sistematización de experiencia

 

2. DURANTE

2.1.Elaboración y ejecución de un plan considerando la(s) experiencia(s) elegida(s).

2.2. Partes del plan: 1. Datos generales. 2. Importancia de la sistematización de la experiencia para el grupo. 3. Delimitación del objeto de estudio considerando la experiencia situada y contextualizada (espacio y tiempo). 4.  Objetivos de la sistematización. 5. Descripción narrativa de la(s) experiencia(s); principales momentos vividos. 6. Reflexiones e interpretaciones críticas. 7. Discusión (triangulación) de los aportes de la sistematización dialogando con marcos teóricos. 8. Conclusiones. 9. Recomendaciones.

 

3. DESPUÉS

La redacción de las sistematizaciones puede seguir los siguientes lineamientos (ellos se adaptan tanto al artículo científico, como a una tesina o a una tesis):

 

1. Portada: Institución, Curso, Título, Autor. Tutor. Año.

2. Resumen. Máximo 500 palabras y hasta cinco palabras clave.

3. Introducción. Presentación e importancia de las experiencias que se sistematizan. Relaciones entre la experiencia, la formación y el desarrollo profesional de los autores. Pregunta de investigación. Objetivo(s) de la sistematización. Esbozo de la metodología utilizada. Síntesis de las partes (o capítulos) que componen la sistematización. Bosquejo de resultados y conclusiones. Aportes de la sistematización al avance del conocimiento en el área de la Educación. Se recomienda redactar la Introducción una vez finalizado el informe.

4. Metodología. Retomar la pregunta de investigación y los objetivos. Fundamento epistemológico que orientó la investigación. Enfoque de la investigación (cuantitativa, cualitativa, mixta). Contexto de la sistematización (período temporal la de implementación, institución, curso, participantes, apoyo financiero). Métodos y técnicas utilizadas en la documentación de la experiencia. Métodos de análisis de los resultados.

5. Resultados y discusión. En esta parte, los resultados y la discusión podrán presentarse juntos o por separado. La forma recomendada es colocar todos los resultados en una misma sección (de ser posible con subtítulos) y en otra la discusión de los resultados también con subtítulos). Siempre que sea posible, los resultados de la sistematización se cruzarán con la bibliografía consultada y con otras sistematizaciones o investigaciones similares, sean nacionales o internacionales. La discusión es siempre el corazón del informe, la parte más rica y extensa, a la que se debe dedicar la mayor cantidad de tiempo, esfuerzo y cuidado.

6. Conclusiones. Las conclusiones son una síntesis cualitativamente superior a lo explicado en el cuerpo de la sistematización. Para formularlas es necesario abstraer y generalizar los resultados. Pueden ser teóricas, metodológicas y de sentido práctico. Deben finalizar con una explicación de las limitaciones de la investigación y sugerencias para nuevas sistematizaciones.

7. Referencias. Aparecerán al final del trabajo, en estricto orden alfabético y de acuerdo con las normas exigida por la institución o revista.

8. ANEXOS: Deberán constar todos los instrumentos utilizados en la documentación de la experiencia, así como otros materiales que se consideren necesarios.

Fuente: Elaboración de los autores

 

-           Consideraciones éticas en la sistematización de experiencias

En este tipo de investigación es importante tener en cuenta los horizontes éticos y morales que las determinan y que las llevan a configurar la experiencia concreta que se está sistematizando. Si se busca sistematizar la experiencia educativa, merece poner la mirada en los temas éticos que llevan al maestro a optar por esta o aquella técnica en un momento y lugar determinado, pues él estima qué es lo más oportuno para esa situación particular, es decir a tomar decisiones; es en ese momento donde esas personas se muestran como experimentadas en lo que le es propio: las prácticas pedagógicas. Allí reside su auténtico saber práctico (phrónesis), que los vinculan con sus propias acciones. Así, las opciones del profesor, que se traducen en configuraciones didácticas, evaluativas y curriculares, tienen implicaciones en cómo son asumidas por los estudiantes, por ejemplo; las prácticas que configuran la experiencia no solo son del docente, lo son de los estudiantes y hasta los padres de familia.

-           Limitaciones de la sistematización de experiencias

Las limitaciones de la sistematización pueden presentarse en dos ámbitos, el humano y el material. En la esfera humana, pueden ser limitaciones los siguientes factores: a) es necesario formar equipos de profesionales críticos y comprometidos con la transformación de la realidad en que trabajan; 2) se necesita de líderes bien preparados y capaces de consolidar los grupos de trabajo; 3) se requiere de una sólida formación epistemológica, metodológica y teórica de los sujetos sociales, lo cual es tarea de los líderes formativos; 4) son imprescindibles, tiempo, dedicación y esfuerzo concertado de los miembros del equipo; 5) es ineludible desarrollar habilidades de lengua escrita, fluidez en la oralidad y capacidad de registro e interpretación de los datos colectados. Desde el punto de vista material son necesarios 1) soporte político y administrativo de carácter institucional; 2) apoyo material y financiero para desarrollar el proyecto.  

Conclusiones

El presente estudio ha cumplido con el objetivo de presentar al ámbito académico una síntesis crítica de la metodología de la sistematización de experiencias, con base en sus orígenes, epistemología, metodología, principales características, ética y limitaciones.

Con respecto a los orígenes de la sistematización, se concluye que esta nace a finales de la década de 1950 y comienzos de la de 1960, al calor de los aconteciendo históricos de la época -Revolución Cubana, Gobierno de la Unidad Popular en Chile, programas de Alianza para el Progreso, dictaduras militares-, etc., que estimulan el pensamiento crítico en América Latina.

Pese a la diversidad de los criterios epistemológicos existentes sobre la epistemología que sustenta la sistematización de experiencias, los autores consideran que el enfoque integrado histórico-dialéctico-hermenéutico reúne concepciones epistemológicas afines que tienen todas como base una sólida dialéctica materialista.

La sistematización de experiencias es un enfoque metodológico que impulsa la transformación de sujetos activos y comprometidos con el cambio social y educativo. Valora la experiencia, la subjetividad, la crítica y el diálogo en los procesos prácticos y es útil tanto para la investigación como para la generación de conocimientos nuevos.  

 Como se puede comprobar en la literatura referenciada, las rutas metodológicas para la realización de las sistematizaciones presentan variaciones entre los autores, de acuerdo con sus referenciales y experiencias, pero en su mayoría conservan unas cuantas esencias: el carácter colectivo, participativo y dialógico de la metodología, el foco en el estudio de la práctica socioeducativa y la transformación de la realidad, la diversidad de técnicas de recolección de la información y de análisis de los resultados, la producción de teoría y conocimientos originales, el empoderamiento de los sujetos participantes, entre otras características. Los autores del presente estudio han aportado una ruta metodológica (ver Cuadro 6), que constituye una síntesis cualitativamente superior a las existentes hasta la fecha.

La sistematización de experiencias es hoy un área de conocimientos, informada por los resultados de las investigaciones de notables intelectuales latinoamericanos y de otras partes del mundo, con amplias posibilidades de aplicación en la formación de profesionales de la educación, en especial de los profesores, en el desarrollo de las economías locales, así como en la transformación de comunidades agrícolas y urbanas. Su aplicación en la práctica social debe contar con la correspondiente responsabilidad institucional y profesional de los sujetos envueltos.

El uso de la sistematización de experiencias en la formación de profesionales de la educación permite asumir las más caras raíces del pensamiento latinoamericano, tanto en lo epistemológico, como en lo metodológico y pedagógico y anclarla en la práctica pedagógica de los profesores, en sus necesidades reales, así como en los contextos socioeducativos específicos de cada institución, municipio o región.  

Referencias citadas

Barbosa-Chacón, J. W., Barbosa Herrera, J. C., & Rodríguez Villabona, M. (2013). Revisión y análisis documental para estado del arte: Una propuesta metodológica desde el contexto de la sistematización de experiencias educativas. Investigación Bibliotecológica, 27(61), 83–105.

Barbosa-Chacón, J. W., Barbosa Herrera, J. C., & Rodríguez Villabona, M. (2015). Concepto, enfoque y justificación de la sistematización de experiencias educativas. Una mirada “desde” y “para” el contexto de la formación universitaria. Perfiles Educativos, 37(149), 130–149. https://doi.org/10.22201/iisue.24486167e.2015.149.53128

Barragán Giraldo, D. (2020). Sistematización de experiencias educativas: entre teoría y metodología. Revista Internacional de Pedagogía e Innovación Educativa, 3(1), 1–22.

Barragán-Giraldo, D. F., Ibarra-Mogollón, M. L., & Pérez-Pérez, T. H. (2020). Itinerario formativo e investigativo en sistematización de experiencias (IFISE). Revista Colombiana de Educación, 1(79), 243–272. https://doi.org/10.17227/rce.num79-6349

Brandão, C. R. (1989). La educación popular en América Latina. Cedep.

Cifuentes-Gil, R. M., & Pantoja-Kauffmann, G. F. (2019). Sistematización de experiencias para construir saberes y conocimientos desde las prácticas: Sustentos, orientaciones, desafíos. Editorial Brujas.

Ghiso, A. M. (2014). La sistematización: Una estrategia investigativa de educadores que, con imaginación y coraje, deciden reinventarse críticamente. En R. Jaramillo Roldán (Ed.), La sistematización en educación y pedagogía (pp. 37–48). https://bibliotecadigital.udea.edu.co/dspace/bitstream/10495/25473/1/RodrigoJaramillo_2014_SistematizacionEducacionPedagogia.pdf

GuirãoGoris, S. J. A. (2015). Utilidade e tipos de revisão de literatura. Enfermería Global, 9(2), 1–16. https://dx.doi.org/10.4321/S1988-348X2015000200002

Jara Holliday, O. (2018). La sistematización de experiencias: Práctica y teoría para otros mundos posibles (1ª ed.). Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano – CINDE.

Jara Holliday, O. (s.f.). Orientaciones teórico-prácticas para la sistematización de experiencias. Centro de Estudios y Publicaciones Alforja. https://cepalforja.org/sistematizacion/bvirtual/

Joanna Briggs Institute. (2015). Joanna Briggs Institute Reviewers’ Manual 2015 edition: Methodology for JBI scoping reviews. The Joanna Briggs Institute.

Konder, L. (2008). O que é dialética (28. ed.). Brasiliense.

Lenin, V. I. (1914). Cadernos sobre a dialética de Hegel (J. P. Netto, Trad.). Editora UFRJ.

Marx, K. (2007). Introducción. En Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (Grundrisse) (1857–1858) (Vol. 1, pp. 21–30). Siglo XXI Editores.

Mejía Jiménez, M. R. (2018). La sistematización, una forma de investigar las prácticas y producir saber y conocimiento. En 9º Encuentro Internacional de Educación Alternativa y Especial (pp. 27–35). Universidad Distrital de Bogotá. https://www.minedu.gob.bo/files/publicaciones/veaye/encuentro/SISTEMATIZACION.pdf

Paim, V. C., Fabris, E. T. H., &Locatelli, T. (2023). Revisão de literatura: um ritual necessário para a qualificação da pesquisa científica e conhecimento do objeto de pesquisa. Educação, 46(1), 1–16.

Palma, D. (1992). La sistematización como estrategia de conocimiento en educación popular. El estado de la cuestión en América Latina. CEAAL. https://ts.ucr.ac.cr/binarios/pela/pl-000619.pdf

Pesce, L., & Abreu, C. B. M. (2013). Pesquisa qualitativa: Considerações sobre as bases filosóficas e os princípios norteadores. Revista da FAEEBA: Educação e Contemporaneidade, 22(40), 19–29. https://www.revistas.uneb.br/index.php/faeeba/article/view/7435/4798

Sime, L. (1991). Los discursos de la educación popular: Ensayo crítico y memorias. Tarea.

Torres-Carrillo, A. (2012). La educación popular: Trayectoria y actualidad. El Búho.

Torres-Carrillo, A. (2013). El retorno a la comunidad. Cinde-El Búho.

Torres-Carrillo, A. (2021). Hacer lo que se sabe, pensar lo que se hace: La sistematización como modalidad investigativa. Prospectiva. Revista de Trabajo Social e Intervención Social, (31), 27–47. https://doi.org/10.25100/prts.v0i31.10624

 

Referencias para estudio y consulta

Álvarez Atehortúa, M. Á. (2007). Sistematizar las prácticas, experiencias y proyectos educativos. ¿Tarea del gestor educativo? Fundación Universitaria Luis Amigó. https://www.academia.edu/28765014/SISTEMATIZAR_LAS_PR%C3%81CTICAS_EXPERIENCIAS_Y_PROYECTOS_EDUCATIVOS_TAREA_DEL_GESTOR_EDUCATIVO

Argentina. Ministerio de Educación. (2003a). Manual de capacitación sobre registro y sistematización de experiencias pedagógicas. La documentación narrativa de experiencias escolares. Módulo 2. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.

Argentina. Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. (2003b). Manual de capacitación sobre registro y sistematización de experiencias pedagógicas. Narrativa docente, prácticas escolares y reconstrucción de la memoria pedagógica. Módulo 1. Ministerio de Educación.

Barnechea García, M. M., & Morgan Tirado, M. L. (2010). La sistematización de experiencias: Producción de conocimientos desde y para la práctica. Revista Tendencias & Retos, (15), 97–107.

Bolivia. Ministerio de Educación. (2015). Pautas metodológicas para la sistematización de experiencias transformadoras. MINED. https://red.minedu.gob.bo/repositorio/fuente/30681.pdf

Bruner, J. (1996). Realidad mental y mundos posibles: Los actos de la imaginación que dan sentido a la experiencia (3.a reimp.). Editorial Gedisa.

Cendales González, L., & Torres Carrillo, A. (2003). La sistematización como experiencia investigativa y formativa. Dimensión Educativa, 1–14.

Colombia. Ministerio de Educación Nacional. (2010). Orientaciones para autores de experiencias y establecimientos educativos: Guías No. 37. Viceministerio de Educación Preescolar, Básica y Media. www.mineducacion.gov.co

Colombia. Ministerio de Educación Nacional. (s.f.). Rutas del saber hacer – Banco de experiencias significativas en educación superior. Ficha estándar para el registro de experiencias significativas. https://docplayer.es/4360954-Rutas-del-saber-hacer-banco-de-experiencias-significativas-en-educacion-superior-ficha-estandar-para-el-registro-de-experiencias-significativas.html

Ghiso, A. M. (2005). La sistematización en contextos formativos universitarios. Universidad de Antioquia, Medellín.

Jara Holliday, O. (2001). Dilemas y desafíos de la sistematización de experiencias. Seminario ASOCAM: Agricultura Sostenible Campesina de Montaña. Costa Rica: CEP Centro de Estudios y Publicaciones Alforja.

Jara Holliday, O. (2006). Para sistematizar experiencias. Ministério do Meio Ambiente. https://www.ufpb.br/redepopsaude/contents/biblioteca-1/para-sistematizar-experiencias/para-sistematizar-experiencias-livro-oscar-jara.pdf/view

Jara Holliday, O. (2015). Producir conocimientos desde las prácticas de acción social de las universidades: Sistematización de experiencias de extensión universitaria en Costa Rica 2013–2014. La Piragua. Revista Latinoamericana y Caribeña de Educación y Política, 41, 55–69.

Jara Holliday, O. (2023). Línea de tiempo: CEAAL y la educación popular latinoamericana y caribeña 1959–2023. https://ceaal.org/v3/wp-content/uploads/2023/05/LineaTiempoCEAAL-1959-2023-vr22my2023.pdf

Lévy, P. (2004). Inteligencia colectiva: Por una antropología del ciberespacio (F. Martínez Álvarez, Trad.). Organización Panamericana de la Salud. http://inteligenciacolectiva.bvsalud.org

Martinic, S. (1998). El objeto de la sistematización y sus relaciones con la evaluación y la investigación. Seminario Latinoamericano: Sistematización de prácticas de animación sociocultural y participación ciudadana en América Latina. Medellín: Fundación Universitaria Luis Amigó – CEAAL. https://centroderecursos.alboan.org/ebooks/0000/0748/6_CEA_OBJ.pdf

Mejía Jiménez, M. R. (2012). Sistematización: Una forma de investigar las prácticas y de producción de saberes y conocimientos. Viceministerio de Educación Alternativa y Especial.

Mejía Jiménez, M. R. (2014). Atravesando el espejo de nuestras prácticas. En R. Jaramillo Roldán (Ed.), Sistematización en educación y pedagogía (pp. 7–36). https://bibliotecadigital.udea.edu.co/dspace/bitstream/10495/25473/1/RodrigoJaramillo_2014_SistematizacionEducacionPedagogia.pdf

Messina, G., & Osorio, J. (2016). Sistematizar como ejercicio eco-reflexivo: La fuerza del relato en los procesos de sistematización de experiencias educativas. e-Curriculum, 14(2), 602–624.

Morgan, M. L. (2012). La sistematización de experiencias en América Latina. Taller Permanente de Sistematización. https://cepalforja.org/sistem/documentos/Sistematizacion-en-AL-MariluzMorgan.pdf

Pérez de Maza, T. (2016). Guía didáctica para la sistematización de experiencias en contextos universitarios. Universidad Nacional Abierta. http://biblo.una.edu.ve

Ruiz Botero, L. D. (2001). La sistematización de prácticas. Liceo Nacional Marco Fidel Suárez. http://148.202.167.116:8080/xmlui/bitstream/handle/123456789/2200/La%20sistematizaci%C3%B3n%20de%20pr%C3%A1cticas.PDF?sequence=5&isAllowed=y

UNESCO - Oficina de Lima. (2016). Metodología de sistematización de experiencias educativas innovadoras. Editora y Comercializadora CARTOLAN E.I.R.L. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000247007

Villamizar Escobar, J. D., & Barbosa-Chacón, J. W. (2017). Sistematización de experiencias (SE): Indicadores y elementos representativos para la investigación educativa. Revista Espacios, 38(47), 1–15.

Zúñiga, R., Mejía Jiménez, M. R., Fernández, B., & Duarte, I. (2015). La sistematización de experiencias en América Latina y el Caribe: Aportes a la práctica docente. Docência, 55. https://cepalforja.org/sistem/bvirtual/?p=1060

 

 

This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International (CC BY-NC 4.0)



[1] Pesquisa financiada pelo CNPq - Chamada CNPq/MCTI/FNDCT Nº 44/2024 - UNIVERSAL. Processo no. 403601/2025-8