Universidade Federal de Santa Maria

Gutenberg - Revista de Produção Editorial, Santa Maria, RS, Brasil, v. 1, n. 1, p. 26-39, jan./jun., 2021

Submissão: 31/03/2021 • Publicação: 23/07/2021

Artigo publicado sob licença CC BY-NC-SA 4.0

 

Artigo

La literatura y sus tramas: panorama contemporâneo de la edición literaria en Bolivia

Literature and its plots: contemporary panorama of literary publishing in Bolivia

Magdalena González AlmadaIÍcone

Descrição gerada automaticamente

I Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Filosofia y Humanidades, Córdoba, Argentina

mgonzalezalmada@gmail.com

RESUMEN

El presente trabajo se propone presentar el estado de situación general de la cartografía editorial en Bolivia. Si bien este panorama no se pretende exhaustivo, se asume como una exposición de las variadas ofertas editoriales que pueden encontrarse en la actualidad en el país andino-amazónico. El diseño de un campo editorial resulta imprescindible para observar el dinamismo del campo literario boliviano, toda vez que los sujetos que lo componen muchas veces juegan el doble rol de escritores y de editores, con lo que el panorama editorial adquiere mayor relevancia para su diagrama y estudio. Para llevar adelante este trabajo se apeló a entrevistas realizadas a escritores y editores, notas en periódicos bolivianos y a un marco teórico que refiere a la constitución de un campo editorial y a la relevancia de algunas de sus dinámicas (Bourdieu, De Diego, Kloss).

Palabras clave: Edición literaria; Bolivia; Campo editorial; Narrativa boliviana contemporánea

ABSTRACT

The present work intends to present the general state of the editorial cartography in Bolivia. Although this panorama is not intended to be exhaustive, it is assumed as an exposition of the various editorial offers that can be found today in the Andean-Amazonian country. The design of an editorial field is essential to observe the dynamism of the Bolivian literary field, since the subjects that compose it often play the double role of writers and publishers, with which the publishing scene acquires greater relevance for its diagram and study.To carry out this work, interviews with writers and editors, notes in Bolivian newspapers and a theoretical framework that refers to the constitution of an editorial field and the relevance of some of its dynamics were used (Bourdieu, De Diego, Kloss).

Keywords: Literary edition; Bolivia; Editorial field; Contemporary Bolivian narrative

CONSIDERACIONES PRELIMINARES

El presente trabajo pretende dar cuenta de la formación de un campo editorial en Bolivia que se define a partir de características particulares. Si bien esta investigación no pretende ser exhaustiva, sí propone un panorama de la conformación más reciente del campo editorial boliviano.

El campo intelectual, formación de la que se desprende el campo editorial, consiste en el establecimiento de “un sistema de líneas de fuerza” (BOURDIEU, 2002, p. 9). Los agentes que lo integran, dice Bourdieu, están “determinado[s] por su pertenencia a este campo: en efecto, debe[n] a la posición particular que ocupa[n] en él propiedades de posición irreductibles a las propiedades intrínsecas” (p. 9). Esto es, cada agente que compone el campo se encuentra determinado por él y, al mismo tiempo, impacta en el resto de los agentes, imprimiéndole un valor a las relaciones que se establecen entre ellos.

En cuanto a la actividad misma de editar, Gerardo Kloss (2007) advierte que “la edición es una tarea típicamente transdisciplinaria: se hace con la concurrencia de decenas de personas, que participan desde la perspectiva de distintos oficios, disciplinas y especialidades” (p. 11) y es justamente por ello que la edición se transforma en un campo abigarrado de subjetividades que se tensionan entre sí. Pierre Bourdieu afirma que es

el editor el que tiene el poder totalmente extraordinario de asegurar la publicación, es decir, de hacer acceder un texto y un autor a la existencia pública (Öffentlichkeit), conocido y reconocido. Esta suerte de “creación” implica la mayoría de las veces una consagración, una transferencia de capital simbólico (p. 233, destacado en el original).

En este sentido, editar no supone una actividad más dentro del campo literario, sino que, más bien, involucra una profunda interrelación entre escritores y lectores, poniendo al alcance del público una diversidad de textos que, por un lado, pueden formar parte de las demandas del mercado y, por otro, pueden constituir novedades no previstas por el mismo mercado. Acerca de estas tensiones, por momentos ambiguas, José Luis de Diego (2019) señala el doble juego en el que puede participar el campo editorial a partir de la narración del caso del llamado boom de la literatura latinoamericana: 

Por un lado, hubo quienes sostuvieron que el boom fue una concurrencia de notables escritores que encontraron un público fiel; ese hecho atrajo el interés de editores y, en consecuencia, logró sorprendentes niveles de venta. Por otro, quienes no pusieron en duda la calidad de los escritores, pero sospecharon tempranamente que el boom había sido el resultado de una astuta maniobra editorial con sede, principalmente, en Barcelona. (p. 6).

Las relaciones establecidas en el campo editorial, trazan líneas de comportamiento en el mercado de ventas, tanto frente a los libros existentes cuanto a los que puedan crearse[1]. 

En los últimos años, el campo editorial boliviano se ha caracterizado por una intensa actividad que impacta en el campo literario en su conjunto. Los actores que lo componen se atañen mutuamente al momento de imprimir una dinámica asociada a ciertas búsquedas y decisiones que impulsan -a veces con mayor énfasis que otras- la producción lieraria boliviana en su conjunto.

Aunque, en términos generales, los estudios referidos al mundo editorial suelen acentuar la relación que se establece entre editores y lectores, en el caso de este trabajo, el eje se trasladará a la relación entre editores y escritores, puesto que estos actores muchas veces se yuxtaponen en el campo editorial boliviano contemporáneo. Este enfoque da cuenta de la singularidad de la actividad editorial boliviana. Los casos que serán revisados en este trabajo atienden a las particularidades más llamativas: intervención de los escritores de manera directa en el campo editorial, participación en editoriales consolidadas inaugurando colecciones editoriales, proyectos editoriales que se proponen como posibilidades económicas beneficiosas para los escritores, entre otras. Esta investigación se detendrá específicamente en tres enfoques: en primer lugar, se observarán los efectos de la transnacionalización en el campo editorial boliviano a partir de la salida de la editorial Alfaguara de Bolivia y su impacto en el mundo editorial local; en segundo lugar, la intervención en el campo boliviano de editoras que privilegian las publicaciones de literatura nacional y latinoamericana escrita por mujeres y, por último, la presentación de un campo editorial “expandido” que se tensiona con la centralidad ocupada por las editoriales bolivianas de mayor prestigio.

Efectos de la transnacionalización en el mundo editorial boliviano

La editorial Alfaguara fue creada en 1964 por el escritor español Camilo José Cela y en el año 1980 fue comprada por el grupo editorial Santillana. Como integrante del mismo, Alfagura llega a Bolivia a mediados de los años 90. El dato es relevante debido a que este emporio editorial está estrechamente ligado a las políticas neoliberales implementadas por el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada quien impulsó, entre otras, la reforma educativa[2]. La editorial Santillana jugó un rol de relevancia como nexo entre el sistema educativo y las políticas implementadas por el gobierno, monopolizando la creación de textos escolares que inundaron las escuelas fiscales y privadas.

Alejandro Dausá (2009) afirma que 

El Grupo Prisa arribó a nuestro país en el marco del “segundo desembarco hispano”, en el cual decenas de empresas ibéricas aprovecharon la debilidad y entreguismo de diferentes gobiernos para hacer jugosos negocios en sectores estratégicos de la economía (entre otras, Unión Fenosa, Iberdrola, Abertis, Aena, Agbar, Abengoa, BBVA, Repsol-YPF, etc.).

Este grupo, en el que se incluye la editorial Alfagura, intervino de manera contundente en la conformación del campo editorial boliviano de los años 90 y de comienzos del siglo XXI. Luego de doce años de monopolio en la elaboración de manuales de texto para los estudiantes bolivianos, en 2009 se formaliza

La declaración del presidente Evo Morales, del 6 de junio, en la que anunciaba que sacaría del sistema educativo boliviano los textos elaborados por la editorial Santillana (Prisa) [ya que] fue, en criterio del mandatario, una medida para conseguir la “soberanía” en la formación de estudiantes y terminar con los resabios de la llamada Reforma Educativa, que impulsaron diferentes gobiernos “neoliberales” desde 1985 (RODERICK, 2009).

Alfaguara fue la editorial encargada de intervenir en la producción literaria boliviana. En el año 1998 se inaugura el Premio Nacional de Novela “Alfagura” con la pretensión de dar renombre y legitimidad a los autores bolivianos. Entre los ganadores del premio se encuentran los escritores Edmundo Paz Soldán por El delirio de Turing (2003), Wilmer Urrelo por Fantasmas asesinos (2007), Sebastián Antezana por La toma del manuscrito (2008), Rosario Barahona por En el fondo tu ausencia (2012) y Magela Baudoin por El sonido de la H (2014), entre los más destacados. En 2013, se publica el último premio de la casa Alfagura aunque ya el texto de Baudoin sale con el sello de Santillana, ambos, sin embargo, pertenecientes al grupo Prisa. Los premios otorgados desde entonces, se han publicado en la editorial 3600 bajo la dirección de Marcel Ramírez y al cuidado del editor y escritor Willy Camacho. El premio, en la actualidad, asciende a un monto de 81000 bolivianos equivalentes a 11000 dólares y la publicación del título ganador en una tirada de 1000 ejemplares. Al menos hasta los acontecimientos políticos acaecidos en noviembre de 2019[3], el premio dependía del Ministerio de Culturas y Turismo del Estado Plurinacional de Bolivia en acuerdo con otras entidades tales como la Embajada de España en Bolivia, la Empresa Nacional de Telecomunicaciones ENTEL y la editorial 3600.

En el año 2014, la editorial Alfaguara es comprada por la Penguin Random House y abandona tierras bolivianas, dejando en la incertidumbre a diversos autores[4]. El premio nacional de novela queda en manos, desde entonces, de la editorial local 3600 como ya fuera mencionado con anterioridad. De este modo, el giro que se produce como efecto de la transnacionalización se observa en el acento colocado en las casas editoriales locales enviadas a cubrir la vacancia dejada por la multinacional. En efecto, la ausencia de los capitales extranjeros robusteció la industria editorial boliviana. En este sentido, se evidencia una dinámica editorial en la que autores y editores asumen retos más ambiciosos con la consecuente búsqueda de calidad de los textos, tanto en términos literarios cuanto en la calidad del libro en sí, como libros-objeto en los que se condensan principios estéticos emparentados con otras expresiones artísticas. Así, es preciso destacar el trabajo con el diseño de las tapas de los libros en el que varias editoriales bolivianas han comenzado a colocar cuidado y esmero para imprimirle personalidad al texto en sí y, también, para lograr una marca registrada en el diseño empleado por cada sello.

En los últimos años, la cartografía editorial se ha ampliado en un nivel considerable con la apertura de nuevos sellos que se suman a los ya existentes. La editorial Perra Gráfica, la cartonera Yerba Mala o los proyectos editoriales de gran envergadura y apoyados por fondos gubernamentales[5] tales como Biblioteca del Bicentenario[6] o la colección de Novelas Fundamentales[7] se suman a las casas editoriales 3600, El Cuervo y Plural en La Paz, Nuevo Milenio en Cochabamba y el grupo editorial La Hoguera y El País en Santa Cruz de la Sierra. En el caso de las editoriales El Cuervo, 3600 y Perra Gráfica, se observa un cuidado por el trabajo de diseño gráfico y por las ilustraciones. Las tapas de los títulos de esta última, por caso, emplean la técnica de la serigrafía y están diseñadas por diversos artistas plásticos bolivianos y peruanos en una colaboración que reviste de novedad y originalidad al trabajo editorial en lo que refiere al diseño gráfico.

Las mujeres y la edición en Bolivia

La editorial Plural fue fundada en el año 1999 y está dirigida por José Antonio Quiroga Trigo. El sello ha publicado un número aproximado de más de mil títulos desde su inauguración. En los últimos años se destaca por la creación de la colección Mantis, dirigida por las escritoras Giovanna Rivero y Magela Baudoin. Empleando como plataforma la práctica de la edición, Baudoin y Rivero aportan una mirada femenina a un campo literario generalmente habitado por hombres, en el que la línea que rige el catálogo de la colección privilegia las escrituras femeninas latinoamericanas contemporáneas. Esta intervención introduce en el mercado editorial boliviano literatura extranjera de autoras reconocidas entre las que se cuentan Fernanda Trías, Piedad Bonnett, Esther Cross, entre otras. 

Giovanna Rivero nació en Santa Cruz de la Sierra en 1972. A lo largo de su trayectoria ha ganado varios premios, algunos de ellos de proyección internacional como el Premio Internacional de Cuento Cosecha Eñe en 2015. Entre su abundante caudal de publicaciones, se destacan los volúmenes de cuentos Para comerte mejor (2018, Final Abierto) y Tierra fresca de su tumba (2020, Marciana) ambos publicados por editoriales argentinas y la novela 98 segundos sin sombra (2016, Penguin Random House). La autora y editora, además de publicar en el extranjero, lo hace también en Bolivia en las casas El Cuervo de la ciudad de La Paz y en el grupo editorial La Hoguera de Santa Cruz de la Sierra. Magela Baudoin, por su parte, nació en Caracas, Venezuela, en 1973, aunque ha vivido en Bolivia la mayor parte de su existencia. Se ha desempeñado como periodista y escritora con publicaciones tales como el volumen de cuentos La composición de la sal (ganador del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Marquez en 2015) y la novela ganadora del premio nacional de novela 2014 El sonido de la H. La composición de la sal se encuentra publicado en Argentina bajo el sello Libros del Zorzal.

Al momento de la presentación de los primeros títulos de la colección Mantis en mayo de 2017, las editoras y escritoras entrevistadas por El Diario de La Paz afirman que

la colección se lanza con una apuesta que, en palabras de Baudoin, “puede parecer anacrónica, pero es profundamente necesaria y valiente ante las condiciones actuales de un monopolio cultural masculino que sigue inclinando abrumadoramente a su favor las estadísticas de lo que se publica, se compra, se lee y se aplaude”. Rivero afirma que este enfoque “es precisamente una respuesta concreta a la gran insatisfacción que nos genera comprobar la pobre voluntad de los circuitos editoriales por incluir de forma más justa en sus catálogos y en sus instancias de legitimación los distintos registros del mundo que las escritoras ofrecen”.

La colección Mantis, al tiempo de abrir un campo necesario para la inclusión en Bolivia de escrituras nacionales e internacionales femeninas, se caracteriza por el cuidado y el lujo de sus ediciones, de tapa dura forradas con telas especialmente escogidas y un trabajo estético de sobrecubierta que embellece al libro imprimiendo una sensibilidad estética que se vuelve sello distintivo de la colección.

Liliana Colanzi nació en Santa Cruz de la Sierra en 1981. La escritora ha publicado tres volúmenes de cuentos: Vacaciones permanentes (2010, Reina Negra), La Ola (2014, Montacerdos) y Nuestro mundo muerto (2016, Eterna Cadencia). A las ediciones argentinas, les corresponden las respectivas versiones bolivianas, siempre bajo el sello de propiedad de Fernando Barrientos, en la editorial El Cuervo. Colanzi ganó el premio Aura Estrada de México en 2015 y se desempeña como profesora en la Universidad de Cornell, Estados Unidos. Liliana Colanzi es la creadora de Dum Dum editora con la que pretende recuperar autores nacionales e internacionales poco leídos en Bolivia. Fascinada por la escritura de Sara Gallardo, el primer título de Dum Dum en 2017 fue Eisejuaz. Según la propia descripción de Colanzi, la editorial tiene un pie en la selva y otro en Marte en alusión al paisaje del oriente boliviano y a la predilección por el género de ciencia-ficción y de terror que el catálogo presenta. Entre sus títulos más recientes se pueden encontrar el poemario guaraní/castellano de Elías Caurey Ñeepoti kaa peguarä/Canto al bosque y El color que cayó del cielo de H.P Lovecraft en traducción de la propia Colanzi. Entre otros títulos se encuentran el clásico de la literatura boliviana El occiso de María Virginia Estenssoro y el conjunto de ensayos La desobedicencia. Antología de ensayo feminista.  

Tanto Mantis como Dum Dum son proyectos que juegan con la idea de revitalizar lo femenino, sea desde la figura simbólica de la mantis, sea desde el homenaje a la escritora y poeta boliviana Hilda Mundy[8]. Lo excéntrico, lo fantástico, lo femenino y lo poco habitual se enlazan y se escriben en publicaciones a las que estas autoras deciden prestar atención y darles un lugar, desde 2017, en sus propios catálogos editoriales. Asimismo, el trabajo conjunto de Baudoin, Rivero y Colanzi se materializa, entre otras actividades, en la organización del IV Encuentro Internacional de Narrativas que, en la versión de 2020, se desarrolló a partir de la pregunta “¿De qué hablamos cuando hablamos de futuro?” y que reunió a escritores nacionales e internacionales para intentar una respuesta en tiempos de pandemia.

Nuevos espacios de edición

Para atender a los nuevos espacios de edición, dos casos serán relevados para este trabajo. El primero de ellos refiere a la editorial Sobras Selectas dirigida por Alexis Argüello Sandoval ubicada en la ciudad de El Alto[9]. A diferencia de las editoriales comentadas con anterioridad, esta se ubica en un espacio con escasa tradición editorial dado que esta ciudad ha crecido en los últimos años como consecuencia de la migración indígena producida desde el área rural hacia la ciudad. La Paz ocupa una centralidad en el sistema editorial boliviano que da cuenta ya de una tradición en lo que refiere a la publicación de libros. Gracias al trabajo sostenido de Argüello, la ciudad que corona la hollada, adquiere un nombre en el campo editorial boliviano y una particularidad: la de publicar libros de autores nóveles con proyección de obra (GONZÁLEZ ALMADA, 2020a). Entre los títulos publicados hasta el momento se destacan la antología No me jodas, no te jodo. Crónicas escritas por y para El Alto seleccionadas por el propio Argüello y que cuenta con autores tales como Daniel Averanga, Rodrigo Urquiola, Gabriel Mamani y Rosario Barahona, entre otros. La ilustración que se encuentra en la tapa destaca la estética alteña con los colores y el diseño que simula a un cholet[10]. La novela de Luis Raimundo Quispe Flores se titula La Equis y es uno de los títulos más recientes del sello como así también UPEA. Unión de Productoras y Expendedoras Ambulantes[11] ambos publicados 2019.

Tata Danzanti es una editorial que irrumpe en el escenario literario boliviano desde 2019. Los escritores Rodrigo Urquiola Flores, Gabriel Mamani Magne y Daniel Averanga reúnen esfuerzos para dar comienzo a su incursión en el campo editorial de Bolivia. Las trayectorias de estos autores se inscriben en el circuito de los concursos literarios de alcance nacional, departamental y municipal en el que Urquiola ha sido recurrentemente premiado por sus producciones literarias. Nacido en La Paz en 1986, cuenta entre sus textos las novelas Lluvia de piedra (Mención de Honor en el Premio Nacional de Novela “Alfaguara” en el año 2010) y El sonido de la muralla (Premio Plurinacional de Novela Marcelo Quiroga Santa Cruz, 2014 y Premio Interamericano de Literatura Carlos Montemayor, 2016) publicadas por el sello Alfaguara en 2011, la primera, y por el grupo editorial Kipus en 2015, la segunda. Mamani, por su parte, nació en La Paz en 1987. Es el ganador del Premio Nacional de Novela en su versión 2019 por la novela Seúl, São Paulo. Magister en Literatura Comparada por la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil, ha ganado, entre otros, el Premio Eduardo Abaroa en la categoría de periodismo cultural (2015) y del Concurso de Cuento Adela Zamudio (2012). Daniel Averanga nació en Oruro en 1982. Es, entre otros textos, autor de la novela de terror La Puerta, premiada en la versión del año 2015 en el IX Concurso Plurinacional de Novela Marcelo Quiroga Santa Cruz y antologador del volumen de cuentos fantásticos Vértigo (2012) publicado por El Cuervo. 

La motivación de los escritores radica en cuestionar las prácticas de pago de derechos de autor que llevan adelante las editoriales en el intento de poder conseguir un mayor rédito económico (GONZÁLEZ ALMADA, 2020b). El sello cuenta, hasta la actualidad, con un título publicado en formato papel, Reconstrucción (2019) de Urquiola, y un título publicado en formato digital titulado Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo (2020) que reúne cuentos de diversos autores latinoamericanos. Este último, fue pensado y diseñado en el contexto de la pandemia global ocasionada por el virus COVID-19. Reconstrucción fue la ganadora del XII Premio de Novela Marcelo Quiroga Santa Cruz en su versión del año 2018.

El trabajo sostenido por los autores pretende intervenir en el campo editorial paceño mediante la concurrencia a ferias y la venta directa a clientes que los siguen a través de las diversas redes sociales. Esa es la forma de mayor sustentabilidad ensayada por los nóveles editores.

Palabras finales

Este trabajo quiso dar cuenta de un panorama, no exhaustivo, del campo editorial boliviano en la actualidad. Los rasgos más llamativos se encuentran en la yuxtaposición de la actividad escritural y editorial, sea como vía de exposición de una literatura femenina desterrada del sistema literario, o bien, por el ostracismo económico que afecta a los escritores. 

Con la partida de la editorial transnacional Alfagura, perteneciente al grupo Prisa, el campo editorial boliviano quedó, paradójicamente si se quiere, menos afectado, impulsando el tomar el oficio de editar por mano propia. Así editoriales como Plural, El Cuervo, Nuevo Milenio se potenciaron con el advenimiento del nuevo siglo, mientras que el surgimiento de nuevas casas editoriales revisten de una variedad y heterogeneidad de propuestas a un campo activo, dinámico y diverso que toma a las producciones nacionales e internacionales para generar redes de colaboración que tejen y sostienen una producción literaria actual y de calidad.

Las líneas estéticas y la nueva cartografía que caracterizan al campo editorial boliviano posibilitan la apertura de nuevos espacios de producción en los que las editoriales tradicionales y de renombre del siglo pasado y el monopolio paceño parecen desvanecerse frente a las nuevas tendencias. El futuro editorial boliviano se imprimirá en páginas sugerentes y será interesante poder asistir a ese evento.

ReferEncias

BOURDIEU, Pierre. Campo de poder, campo intelectual. Itinerario de un concepto, Buenos Aires: Montresor, 2002.  

 

BOURDIEU, Pierre. Una revolución conservadora en la edición. En Intelectuales, política y poder. Buenos Aires: Eudeba, 2000. p. 223-267.

 

DAUSÁ, Alejandro. (14 de junio de 2009). Santillana y el pensamiento único. América Latina en movimiento en: https://www.alainet.org/es/active/30926. Accedido el 12 de noviembre de 2020.

 

DE DIEGO, José Luis. Editores, políticas editoriales y otros dilemas metodológicos. En Los autores no escriben libros. Nuevos aportes a la historia de la edición. Buenos Aires:Ampersand, 2019. p.13-32.

 

GARCÍA, Fernando. (12 de marzo de 2019). Freddy Mamani, el padre de los cholets. La Nación en: https://www.lanacion.com.ar/opinion/freddy-mamani-el-padre-de-los-cholets-nid2246160. Accedido el 13 de noviembre de 2020.

 

GONZÁLEZ ALMADA, Magdalena. Entrevista realizada a Alexis Argüello Sandoval. Inédita, 2020a.

 

GONZÁLEZ ALMADA, Magdalena. Entrevista realizada a Rodrigo Urquiola Flores. Inédita, 2020b. 

 

GONZÁLEZ ALMADA, Magdalena. Entrevista realizada a Giovanna Rivero. Inédita, 2020c.

 

GONZÁLEZ ALMADA, Magdalena. Política plebeya y sociedad abigarrada: las disputas por el poder y los sujetos sociales emergentes en la Bolivia contemporánea (1993-2009). En QUINTEROS Marcela Cristina e VIEL MOREIRA Luis Felipe (orgs.) As revoluções na América Latina contemporânea: entre o ciclo revolucionário e as democracias restringidas. (pp.231-269). Maringá/San José: UEM-PGH-Historia/CIHAC-Universidad de Costa Rica, 2018. 

 

GONZÁLEZ ALMADA, Magdalena. Relaciones de poder, imaginarios sociales y prácticas identitarias en la narrativa boliviana contemporánea (2000-2010). Córdoba: Facultad de Filosofía y Humanidades, 2017.

 

KLOSS FERNÁNDEZ DEL CASTILLO, Gerardo. Introducción: ¿quién es o qué hace un editor? y El proceso editorial como práctica social. En Entre el oficio y el beneficio: el papel del editor. Práctica social, normatividad y producción editorial Guadalajara: Universidad de Guadalajara, 2007. p. 11-54.

 

Hiperconcentración: Penguin Random House compra Alfagura (20 de marzo de 2014). Clarín en: https://www.clarin.com/sociedad/Hiperconcentracion-Penguin-Random-House-. Accedido el 12 de noviembre de 2020.

 

Libros con sensibilidad de mujer en colección Mantis (31 de mayo de 2017). El Diario en: https://m.eldiario.net/?n=20&a=2017&m=05&d=31. Accedido el 11 de noviembre de 2020.

 

RODERICK, Pavel. (13 de julio de 2009). Bolivia acaba co el monopolio de Santillana. Diagonal en: https://www.diagonalperiodico.net/bolivia-acaba-con-monopolio-santillana.html. Accedido el 11 de noviembre de 2020.

 

SAAVEDRA, Milen. (14 de abril de 2020). Editorial Tata Danzanti lanza antología internacional de cuento. Página 7 en: https://www.paginasiete.bo/cultura/2020/4/14/editorial-tata-danzanti-lanza-antologia-internacional-de-cuento-252617.html. Accedido el 12 de noviembre de 2020.



[1] Es posible enfatizar la idea de creación tanto en lo que refiere a la creación de un texto literario cuanto de, precisamente, la consecuente creación de un público afín a dicho texto.

[2] Para saber más sobre esta cuestión ver GONZÁLEZ ALMADA, M. (2018). Política plebeya y sociedad abigarrada: las disputas por el poder y los sujetos sociales emergentes en la Bolivia contemporánea (1993-2009). En QUINTEROS, M. C. Quinteros e VIEL MOREIRA, L. F. (orgs.) As revoluções na América Latina contemporânea: entre o ciclo revolucionário e as democracias restringidas. (pp.231-269). Maringá/San José: UEM-PGH-Historia/CIHAC-Universidad de Costa Rica.

[3] Me refiero al momento de la caída del gobierno de Evo Morales.

[4] En comunicación personal realizada en noviembre de 2014 en ocasión del Festival literario Santa Cruz de las Letras, Rosario Barahona y Rodrigo Urquiola (ganador de una mención de honor en el año 2010 por su novela Lluvia de piedra) manifestaron su desazón frente a la situación que experimentaban como autores de la casa Alfaguara Bolivia.

[5] La BBB estuvo vigente hasta noviembre de 2019 momento en que entró en crisis debido a la inestabilidad política.

[6] El proyecto Biblioteca del Bicentenario de Bolivia (BBB) surgió en el año 2015 impulsado por el Centro de Investigaciones Sociales dependiente de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia. El proyecto plantea la publicación de 200 obras consideradas como las más destacadas de la producción de las ciencias sociales y las humanidades, con un ritmo de publicación de 20 títulos por año hasta completar en 2025 -año del Bicentenario- la totalidad de las publicaciones.

[7] El proyecto 15 Novelas Fundamentales de Bolivia estuvo impulsado y financiado por el Ministerio de Culturas y Turismo del Estado Plurinacional de Bolivia durante las gestiones de la especialista en políticas de género Elisabeth Salguero (2011-2012) y del politólogo Pablo Groux Canedo. El proyecto se concretó en el año 2011. Algunas de las novelas seleccionadas forman parte, también, del proyecto de la BBB.

[8] Hilda Mundy es el heterónimo de Laura Villanueva Rocabado (1912-1982) poeta y cronista boliviana de intensa participación en el campo literario boliviano de los años 30 del siglo pasado. “Dum Dum” fue el título que llevaban las columnas que la autora escribía en el periódico La Patria; se trata de una onomatopeya que emula el sonido de las balas que aludían tanto a la Guerra del Chaco (1932-1935) cuanto a los disparos que Mundy les infringía a ciertos personajes de la vida política y social boliviana.

[9] Agradezco la colaboración de la licenciada Florencia Chiaretta en el registro de algunos datos que aparecen en este apartado.

[10] El cholet es una construcción que se ha impuesto entre la población chola de la ciudad de El Alto en la que se destacan los colores y una estética sobrecargada que rescata elementos de la cultura popular y de la cultura indígena en la que se inspiran. Para saber más sobre los cholet ver García, F. (12 de marzo de 2019). Freddy Mamani, el padre de los cholets. La Nación. Recuperado de: https://www.lanacion.com.ar/opinion/freddy-mamani-el-padre-de-los-cholets-nid2246160.

[11] Las siglas de la publicación juegan con las de la Universidad Privada de El Alto.